Se durmió entre flores
en lecho de amores.
Mecida por el viento
navegó en terciopelo negro.
Su sueño exploró
un universo de color.
Se durmió, se durmió...
No quiso despertar
a mañanas cálidas,
ver azucenas blancas
ni sábanas almidonadas.
Se durmió en alegre madrugada.
Le venció la vida,
la mirada perdida,
la dulce sonrisa escondida.
Se durmió en el resurgir
del devenir,
de la esperanza sin fin.
Se durmió, se durmió...
El amor se la llevó
en carro etéreo
surcando un firmamento
con hogueras de fuego.
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