domingo, 5 de diciembre de 2010

Por qué

Al atardecer,
fragancias sueltas
pululan inquietas.
No sé por qué.

Nostalgias etéreas
ensombrecen mi frente.
No sé por qué.

El sueño me adormece,
mi imaginación despierta.
No sé por qué.

Al atardecer,
volvimos a vernos,
un destello de miradas
despejó mis porqués.

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